miércoles, 29 de junio de 2011

La decisión de endeudarse

Pareciera que de un momento a otro todos somos clientes especiales y nos hemos ganado la magnifica oportunidad de una línea pre aprobada a una inmejorable tasa. Nos llaman por teléfono, por celular, nos envian email, nos llegan figuritas en forma de cheque por debajo de la puerta, etc.


Pero, ¿será que somos tan especiales y tan buenos clientes que realmente nos merecemos tal beneficio? Bueno lo primero que tenemos que analizar es si realmente tal oferta nos beneficiará, por lo que convendría evaluar ¿cuál es nuestra situación actual? Esto comprende las siguientes perspectivas:
  1. Nuestros ingresos netos actuales: ¿Que periodicidad tienen? ¿es un monto fijo o variable? recibimos algún monto adicional en algún mes o meses del año (gratificaciones, utilidades, etc.). ¿Cuanto de este monto lo podemos denominar excedente? o ¿cuanto lo podemos dedicar al ahorro? 
  2. La consistencia en el tiempo de estos ingresos: Se refiere al nivel de riesgo que tiene la estabilidad de los ingresos a lo largo del tiempo, es claro que actualmente no se puede asegurar la estabilidad de los ingresos, pero si podemos estimar la probabilidad de mantenerlos en el corto o mediano plazo.
  3. Nuestros egresos actuales: Evaluar si nuestro estilo de vida corresponde a nuestro nivel de ingresos, una sana política a seguir, es no endeudar a corto plazo los consumos corrientes del mes, esto no quiere decir que no se puedan pagar dichos consumos con tarjeta de crédito, lo que se recomienda es pagarlos en el mes de realizado el consumo. Lo mismo no es aplicable a la compra de bienes, por ejemplo si se piensa comprar una prenda de vestir con tarjeta se recomienda realizar el ejercicio de en cuanto tiempo volveremos a comprar otra prenda y pagar dicho consumo en el plazo máximo que nos tomaría volver a realizar la compra de otra prenda. Si después de realizar estos análisis descubrimos que nuestros egresos no calzan con los ingresos, entonces debemos cambiar nuestro estilo de vida o incrementar nuestros ingresos, de lo contrario estaremos iniciando el tortuoso camino del sobre endeudamiento.
  4. Nuestros pasivos: Diferenciar cuales corresponden al corto plazo (menor a 36 meses), mediano plazo (de 36 a 72 meses) o de ser el caso de largo plazo (mas de 72 meses).
  5. Nuestro costo financiero actual: De las deudas actuales, averigüemos cuanto de interés realmente estamos pagando, siempre es recomendable trabajar con mas de una entidad financiera, pero tratemos en lo posible de consolidar las deudas con la fuente de financiamiento mas económica. En todo caso, consolidar al menos en los plazos, por ejemplo los créditos de largo plazo concentrarlos en una entidad y lo de corto plazo en otra.
Vista nuestra situación actual, corresponde evaluar la oferta recibida, ¿Se trata de una nueva línea?  o ¿se trata de una ampliación de una actual? ¿es de libre disponibilidad o efectivo? o ¿es para comprar deudas? ¿se trata de un crédito revolvente? o ¿de un crédito para pagar en cuotas fijas?:


Si se trata de una línea nueva o ampliación de la actual es necesario averiguar cual es el costo o interés que pagaríamos por usar el financiamiento. Las tasas anuales de compra de deuda en soles actualmente oscilan entre 8% y 14%.  También convendría preguntar que otros beneficios nos ofrecen, las entidades financieras suelen exonerar de algunos costos con tal de conseguir nuevos clientes y si estos clientes no se encuentran negativamente reportados tanto mas ofrecen.


Finalmente, después de analizar estas variables, debemos sopesar si la línea ofrecida, realmente la necesitamos, o la vamos a necesitar en el futuro, recordemos la premisa microeconómica que cualquier financiamiento que recibamos es a cuenta de ingresos futuros contra beneficios presentes, por lo que debemos preguntarnos ¿Realmente vale la pena?

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